Vivencias, locuras y más

Una boda no ocurre todos los días (ni creo que fuera recomendable para la salud) y menos si uno es el protagonista. Apa y yo tenemos por delante un año de elecciones, decisiones, vivencias, locuras y prisas (seguro que acaba habiendo muchas prisas) para organizar nuestra boda medieval.

Esta soy yo, la novia. La que, como le sobraba tanto tiempo libre (ironía), decidió iniciar la escritura de este diario de experiencias sobre lo que es montar un bodorrio a lo medieval, pero en nuestros días.

Ampa, la novia

Este es Apa, el novio. El de historia y, para los amigos, un poco friki; él tiene la culpa de que nos casemos, no como lo hace casi todo el mundo sino, montando una boda medieval.

Apa, el novio